Cuando se comparte sin límite en las redes sociales. Crecen las aplicaciones que publican información personal
Rosa Jiménez Cano
Es parte del juego. En Facebook se cambia el estado del perfil con cierta frecuencia. En Twitter se pasó del '¿Qué estás haciendo?' a '¿Qué está pasando?' como un signo de madurez, de querer ir más allá de lo personal a lo colectivo. Sin embargo, el cambio parece ser más formal que efectivo en el comportamiento de los usuarios.
El proceso suele ser similar. Darse de alta, rellenar la mayor parte de los campos del formulario, y no solo los necesarios, y comenzar a contar sin reparar si se han activado los límites de privacidad.
El primero en hacer saltar las alarmas fue Callum Haywood, un estudiante británico de solo 18 años con su página “Sabemos lo que estás haciendo”. Ordenada en cuatro columnas en la que se publican los estados de gente que “está deseando perder su trabajo”, o lo que es lo mismo, critica a sus jefes en Facebook, Twitter o FourSquare. En la segunda columna aparecen aquellos que confiesan tener resaca. En la tercera, dicen, en serio o no, haber tomado algún tipo de droga. La cuarta está dedicada a los que informan de un cambio de número de teléfono. Su creador, a pesar de su juventud es firme en la denuncia: “Confío en que sirva para que se tenga más cuidado con lo que se cuenta”.
Con cierto sentido práctico ha surgido una secuela de esta columna. NeedNumbers.me sirve para recuperar los teléfonos de amigos en caso de pérdida. A priori algo positivo, si no fuese porque los toma de los grupos públicos de Facebook y los añade al móvil. Basta con poner el nombre o apodo de la persona deseada, se comprueba si se tiene entre los contactos y la aplicación rastrea hasta dar con el número. De nuevo, el creador es insultantamente joven: Stephen Ou, de 17 años, que llegó a Estados Unidos en 2008, sin apenas hablar inglés. Ahora, además de dominar el idioma, cuenta, desde abril de 2011, con Warner Music como cliente.
La necesidad de cuidar la privacidad en servicios sociales alerta cada vez más a las autoridad. Facebook, la red social predominante, se enfrenta a nuevos problemas en Alemania. El servicio de Mark Zuckerberg está siendo investigado por su reconocimiento facial. Una vez que se le da permiso, reconoce a los contactos y ofrece etiquetarlos automáticamente. Al mismo tiempo a ha anunciado lo que hace tiempo tendría que haber hecho, borrar definitivamente de sus servidores las imágenes cuyos usuarios habían decidido eliminar de sus muros.
En esta misma línea acaba de surgir We Know Your House, una página que publica la localización de hogares de usuarios de Twitter a patir de los datos de posicionamiento que dan al actualizar desde el móvil.
Fuente: http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2012/08/20/actualidad/1345489374_624422.html
El proceso suele ser similar. Darse de alta, rellenar la mayor parte de los campos del formulario, y no solo los necesarios, y comenzar a contar sin reparar si se han activado los límites de privacidad.
El primero en hacer saltar las alarmas fue Callum Haywood, un estudiante británico de solo 18 años con su página “Sabemos lo que estás haciendo”. Ordenada en cuatro columnas en la que se publican los estados de gente que “está deseando perder su trabajo”, o lo que es lo mismo, critica a sus jefes en Facebook, Twitter o FourSquare. En la segunda columna aparecen aquellos que confiesan tener resaca. En la tercera, dicen, en serio o no, haber tomado algún tipo de droga. La cuarta está dedicada a los que informan de un cambio de número de teléfono. Su creador, a pesar de su juventud es firme en la denuncia: “Confío en que sirva para que se tenga más cuidado con lo que se cuenta”.
Con cierto sentido práctico ha surgido una secuela de esta columna. NeedNumbers.me sirve para recuperar los teléfonos de amigos en caso de pérdida. A priori algo positivo, si no fuese porque los toma de los grupos públicos de Facebook y los añade al móvil. Basta con poner el nombre o apodo de la persona deseada, se comprueba si se tiene entre los contactos y la aplicación rastrea hasta dar con el número. De nuevo, el creador es insultantamente joven: Stephen Ou, de 17 años, que llegó a Estados Unidos en 2008, sin apenas hablar inglés. Ahora, además de dominar el idioma, cuenta, desde abril de 2011, con Warner Music como cliente.
La necesidad de cuidar la privacidad en servicios sociales alerta cada vez más a las autoridad. Facebook, la red social predominante, se enfrenta a nuevos problemas en Alemania. El servicio de Mark Zuckerberg está siendo investigado por su reconocimiento facial. Una vez que se le da permiso, reconoce a los contactos y ofrece etiquetarlos automáticamente. Al mismo tiempo a ha anunciado lo que hace tiempo tendría que haber hecho, borrar definitivamente de sus servidores las imágenes cuyos usuarios habían decidido eliminar de sus muros.
En esta misma línea acaba de surgir We Know Your House, una página que publica la localización de hogares de usuarios de Twitter a patir de los datos de posicionamiento que dan al actualizar desde el móvil.
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