domingo, 26 de mayo de 2013
Tendencias: el showrooming
Recuerdo no hace ni cinco años, cuando uno veía por la televisión, o en internet, una prenda de ropa que le gustaba, y se iba a su tienda habitual a preguntar si la tenían allí. Es increíble que en tan poco tiempo, la tendencia del mercado haya dado un giro radical siguiendo la misma máxima. Ahora, vamos a las tiendas a comprar ropa, escogemos unas cuantas prendas, nos las probamos y, en vez de pasar por caja, las volvemos a dejar en su sitio. A continuación, buscamos en internet el modelo de cada prenda para conseguirla por un precio inferior. Esto es lo que se conoce como “Showrooming”.
Esta práctica es cada vez más habitual, tanto, que las principales marcas de ropa se han subido al carro de la comercialización digital y han comenzado el juego de dos precios, uno digital y otro físico, para un mismo producto. El ‘Showrooming’ es algo que está teniendo un gran impacto en la industria textil y otras (como la audiovisual, por ejemplo). Algunos consumidores no entran a la tienda con la intención de realmente comprar algo, sino que quieren probar y jugar con algún producto para evaluarlo en persona antes de hacer la compra a un precio menor por Internet.
Tiendas de gadgets, electrodomésticos, cosméticos, muebles, ropa y librerías están perdiendo un gran número de ventas debido a los showroomers, pero encontrar solución a este problema no está siendo tarea fácil para ellos. Las tiendas físicas tienen que pagar el alquiler, las facturas y los sueldos del personal. Las empresas online pueden ofrecer precios más baratos, ya que no tienen que hacer este tipo de gastos.
No se trata de una práctica ilegal. Los showroomers no están haciendo nada que esté prohibido, pero, en realidad, lo que hace es perjudicar terriblemente a los negocios físicos. Los gigantes de Internet se benefician de la existencia de establecimientos tradicionales, hecho que supone un dilema para ellas. Una tienda de comida australiana recientemente incluyó una tarifa de $5 (€ 3.93) si navegabas por Internet en la tienda (es decir, si mientras estabas dentro de la tienda, estabas utilizando un dispositivo que te permitía acceder a internet) Algunas tiendas de zapatos y ropa en Estados Unidos y Australia también han añadido una tarifa por probar las prendas. En todos los casos, la tarifa se retira en el caso que se termine comprando. Esta “solución” no es muy recomendable, ya que no sólo mantendrá los showroomers a distancia, sino que inevitablemente hará que se pierdan una gran cantidad de clientes potenciales que no tenían intención de showrooming pero que no están dispuestos a entrar en una tienda que los obliga a pagar una tarifa si no encuentran nada que les guste.
Convencer al cliente a estar dispuestos a pagar más a través de una experiencia mejor es el camino, dice el consultor de retail Martin Philpott.
“Tiendas como Jessops necesitaban convertirse en centros de excelencia, con un número limitado de tiendas ubicadas en áreas de alto perfil, donde se venden productos de alta gama.”
Es decir, la práctica de “Showrooming” está provocando que la importancia del apartado digital de una marca se sobreponga al físico. ¿A dónde puede llevar esto? A que las tiendas físicas de empresas con mucha presencia en internet, terminen siendo unos expositores gigantes, sin cajas de pago, ni stock, ni apenas personal. Un modelo tipo Ikea, pero donde el comprador finaliza la compra en su propia casa. Las tornas, finalmente, cambiarán. Los centros comerciales serán el sitio por donde “naveguemos” en busca de lo que nos interesa, y el acto en sí de comprar, lo realizaremos en la comodidad de nuestro hogar.
fuente: http://blog.innovadeluxe.com/2013/04/23/el-showrooming-nuevas-tendencias-de-consumo/
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario