viernes, 21 de septiembre de 2012

Enamorarse para dejar de fumar

Adicciones que se neutralizan entre sí
 Por Teresa Giménez Barbat 
¿Quiere dejar de fumar? Enamórese.
¿Quiere olvidar un amor?
Búsquese otra adicción.
 

Se sabe que diversas experiencias gratificantes activan los mismos mecanismos de recompensa cerebrales que también refuerzan el consumo y abuso de tabaco y drogas.  Las experiencias que llenan (self–expanding) pueden ser muy beneficiosas en las etapas primeras de la supresión del consumo de tabaco porque no sólo proporcionan recompensa sino que parece que mitigan el dolor físico, lo que puede reducir la incomodidad del “mono”. Ya que tanto la nicotina como las experiencias arrebatadoras activan el mismo  sistema neuro-endocrino,  una vivencia así puede ser un sustituto apropiado. Estudios llevados a cabo por los investigadores  Xu Xoaomeng y Arthur Aron, entre otros, en una colaboración entre centros americanos y chinos, sugieren que fumadores privados de nicotina en los primeras etapas de una pasión amorosa pueden dejar su adicción.  Se centraron particularmente en el enamoramiento como supresor de adicciones por ser una de las formas más potentes de experiencia plena que es susceptible de ser testada con facilidad. Esto ya se había hecho otras veces, pero la novedad es el estudio fMRI.

Estos estudios plantean la posibilidad de combatir la adicción al tabaco a base de buscar experiencias que compitan con el mismo sistema neural. Uno de los problemas, nada menor, es que es fácil conseguir un paquete de tabaco y bastante menos una experiencia altamente gratificante o un amor apasionado.
fuente: http://www.terceracultura.net/tc/?p=5229

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