domingo, 31 de marzo de 2013

¿Existe un idioma del ahorro?


¿Es posible que el idioma que hablamos influya en nuestras decisiones financieras? ¿El hecho de que estés leyendo esto en español puede significar que ahorrarás menos que una persona que habla mandarín?


Esto es lo que sugiere una controvertida teoría que ha tenido un nuevo empuje gracias a los hallazgos de Keith Chen, economista conductual de la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Chen asegura que sus investigaciones prueban que la gramática del lenguaje que hablamos afecta a nuestras finanzas y también a nuestra salud.
A grandes rasgos, dice Chen, si hablas inglés -o español- eres más propenso a ahorrar menos para la vejez, a fumar más y a hacer menos ejercicio que si hablas un idioma como mandarín, yoruba o malayo.

Hablar del futuro
Chen divide a los idiomas en dos grandes grupos de acuerdo a la forma en que tratan el concepto de tiempo.
Las personas que hablan lenguas que tienen fuertes referencias al futuro (FTR fuerte, por sus siglas en inglés) utilizan un tiempo verbal diferente cuando hablan del futuro. En cambio, las lenguas con débiles referencias al futuro (FTR débil) no lo hacen, usan sólo el tiempo presente.
El investigador destaca que incluso dentro de las lenguas europeas hay claras diferencias gramaticales en la forma en que mencionan eventos futuros. Por ejemplo, "en inglés debes decir it will rain tomorrow (mañana lloverá), mientras que en alemán puede decirse morgen regnet es (llueve mañana)", explica Chen. 

Disociar el futuro
Quienes hablan idiomas que sólo utilizan el presente para referirse al futuro son propensas a ahorrar más dinero que quienes usan un tiempo verbal diferente, afirma el economista.
¿Pero cómo una diferencia gramatical puede hacer que la gente ahorre más o menos para su jubilación? "El acto de ahorrar está relacionado fundamentalmente con entender que tu 'yo' futuro -la persona para la que ahorras- es en algún sentido equivalente a tu 'yo' presente", explica Chen en declaraciones a la BBC.
"Si el idioma separa el futuro y el presente en su gramática, eso, aparentemente, hace que uno disocie un poco el futuro del presente cada vez que habla. Y eso efectivamente hace que sea más difícil ahorrar".
Aún más controvertida es la afirmación de Chen de que las diferencias gramaticales son la base de diferencias de comportamiento más amplias.
Hay razones culturales, sociales o económicas que hacen que los hablantes de distintos idiomas se comporten de forma diferente, dicen los críticos de su teoría. Y este es un punto que el propio Chen reconoce. "Estoy completamente de acuerdo, también me parecía una exageración cuando empecé a hacer esta investigación".
Pero añade que su estudio ha tenido en cuenta estos factores y los ha controlado al concentrarse en nueve países multilingües: Bélgica, Burkina Faso, Etiopía, Estonia, República Democrática del Congo, Nigeria, Malasia, Singapur y Suiza.

"Puedes encontrar familias vecinas, que tienen el mismo nivel de educación, exactamente los mismos ingresos e incluso la misma religión. Pero aun así, la familia que habla la lengua que no distingue entre el futuro y el presente ahorrará mucho más", afirma.
En Nigeria, por ejemplo, el idioma hausa tiene múltiples tempos verbales en futuro, mientras que la lengua yoruba no. "Puedes encontrar nigerianos que hablan yoruba o hausa, que viven uno al lado del otro y que tienen conductas de ahorro radicalmente diferentes".

Múltiples factores
Sin embargo, Morten Lau, director del Centro de Economía Conductual de la Universidad de Durham, afirma que los factores que influyen en cuánto ahorra la gente no tienen nada que ver con el lenguaje. "En mi propio trabajo sobre el ahorro, son las tasas de interés las que determinan el comportamiento".
Lau dice que hay grandes diferencias incluso entre grupos que hablan el mismo idioma, y que utilizar un promedio de estos resultados para el análisis puede resultar problemático.
"Hay que ser cuidadosos con las conclusiones de correlaciones como estas. Los factores múltiples son muy difíciles de controlar. Por ejemplo, en nuestra investigación en Dinamarca, encontramos que los hombres fumadores querían una tasa de interés más alta en sus ahorros que los no fumadores. Pero no así las mujeres fumadoras".

Idea tentadora
El lingüista John McWhorter, de la Universidad de Columbia, afirma que la influencia que la estructura del lenguaje tiene sobre la visión del mundo de quien lo habla es extremadamente sutil. "El alcance de la influencia del lenguaje en el pensamiento es muy pequeño. Hablamos de una reacción de milisegundos. Y no se han encontrado pruebas de que tenga algo que ver con cómo la gente ve el mundo. Es una idea tentadora que simplemente no tiene sentido".
Además, añade McWhorter, algunos lenguajes han sido erróneamente clasificados. "El ruso y otros lenguajes como éste se parecen más al mandarín de lo que Chen cree".
Pero a pesar de las críticas, Chen insiste en que sus conclusiones son sólidas.
Entonces, según este estudio, quienes quieran comenzar empezar a ahorrar más para su retiro, ¿deberían comenzar a hablar sólo en tiempo presente?
"Parece que pensar sólo en presente hace un poquito más fácil el autocontrol", concluye el investigador.

Fuente: http://www.finanzaspersonales.com.co/consumo-inteligente/articulo/existe-idioma-del-ahorro/49219

viernes, 29 de marzo de 2013

El planeta no da para tener tres refrigeradores por persona


Consumo y ecología: el concepto de límites planetarios, acuñado por el Instituto de Resiliencia de Estocolmo, describe los límites biofísicos del planeta en términos que son útiles para la política pública e inteligibles para la opinión pública. 
George Gray Molina

El 99% de las conferencias internacionales adormecen el cerebro. Acabo de regresar de ese 1% que despierta y motiva. La conferencia de seguimiento a Rio+20 y la futura agenda de desarrollo post 2015 evitó lo “diplomáticamente correcto” en la ciudad de Bogotá –y planteó que el problema central de América Latina y el Caribe no son los indicadores, ni el fin de los ODMs, ni siquiera el bajón de la Asistencia Oficial para el Desarrollo, sino el patrón de consumo y producción, insostenibles para ésta y futuras generaciones.  El documento de discusión, producido por el sistema de Naciones Unidas, llama a un cambio estructural si la región quiere reducir pobreza, la desigualdad y vivir para contarla el año 2100.
Para una década en la que el vertiginoso aumento del consumo fue parte de la solución –67 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza a partir de un alto ritmo de crecimiento liderado por precios de materias primas—la idea de que el consumo sea a la vez parte del problema es, por decirlo de alguna manera, “controversial”.  Y, sin embargo, tiene mucho de sentido común.
El planeta no da para tener tres refrigeradores por persona, ni gastar 1.200 litros de agua por un kilo de duraznos. El concepto de límites planetarios, acuñado por el Instituto de Resiliencia de Estocolmo, describe los límites biofísicos del planeta en términos que son útiles para la política pública e inteligibles para la opinión pública. Entre dióxido de carbono, acidificación de los océanos, uso de tierra y otras seis dimensiones se juega el límite de lo posible. Si todos los habitantes del mundo  tuvieran el patrón de consumo de EEUU, necesitaríamos 7 planetas. Si todos los europeos  se proclamaran vegetarianos, la contaminación de nitrógeno caería en un 70%.
La pregunta clave es cómo traducir esta preocupación global de largo plazo a un programa de desarrollo de carne y hueso. La agenda estratégica del cambio de patrón de consumo y producción emergió con fuerza en la Conferencia de Rio+20, pero corre el peligro de disiparse si no encuentra un ancla en la política pública y la opinión pública masiva. El elefante que se pasea por la tienda de cristalería es por supuesto el precio de las emisiones de carbono. No hablamos acá del mercado de bonos de carbono, ni los mecanismos de mercado para la reducción de la deforestación, sino del precio por tonelada, que es simplemente la métrica que hace posible valorizar la contaminación de los ríos y transformar el contenido energético del crecimiento económico.
Hoy por hoy, las emisiones de carbono no tienen un precio global. Una manera de fijarla es aplicar un impuesto al carbono. De hecho, muchos países ya la aplican. En nuestra región, Costa Rica aplica un impuesto al carbono equivalente al 3.5% que financia en parte el mantenimiento de sus parques naturales. Un estudio del Banco Mundial calcula que un impuesto al carbono de 22 centavos que estabilice el precio del carbono en 25 dólares por tonelada de emisiones, recaudaría 1 trillón de dólares en los EEUU.
Pongamos esto en contexto. El mundo en desarrollo hoy asigna 523 billones de dólares en subvencionar el consumo de hidrocarburos. Aparte del efecto desigualador –ya que el efecto neto es regresivo— los subsidios al consumo alientan una espiral de mayor dependencia sobre los hidrocarburos. Con precios altos de petróleo, no existen incentivos para generar tecnologías alternativas de energía. Para países productores, la clave está en traducir la bonanza actual en un proceso de diversificación económica gradual. No será sostenible continuar con los subsidios ni basar el desarrollo futuro en una base material tan endeble.
Solo con precios relativos distintos –donde se reducen las emisiones de carbono de manera absoluta—se podrá alinear el patrón de desarrollo con los límites planetarios biofísicos. Todo esto suena a ciencia ficción, pero llegará el día en que aspiremos a un menor ritmo de consumo –más parecido al de nuestros abuelos. Miraremos este periodo como un punto de inflexión para la humanidad.
Una participante de la conferencia de Bogotá mencionaba que la transformación del consumismo latinoamericano no es una quimera –la herencia de los pueblos puede ser aún la base para un nuevo patrón mas equilibrado de vida. La clave está en analizar lo que ganamos y perdemos con transparencia. Es poco probable que podamos “tenerlo todo”.  El cambio estructural proclamado en el documento de Bogotá, propone, hoy por hoy, un giro verde para el patrón de consumo y producción latinoamericano. Bienvenido.

Fuente: http://www.revistahumanum.org/blog/cambiar-el-patron-de-consumo/

martes, 26 de marzo de 2013

Demografía: 1 de cada 4 europeos tendrá en 2050 más de 65 años


La esperanza de vida está aumentando en toda Europa, de hecho se prevé que en el año 2050 las personas mayores de 65 años representarán más del 25% de la población, según el informe de la Oficina Regional de la Organización Mundial (OMS) de la Salud que publica sobre el continente cada tres años.

   
El informe, que hace referencia a 53 países y casi 900 millones de personas, revela por tanto que las personas están viviendo vidas más largas y saludables, aunque las estadísticas de salud muestran las desigualdades dentro y entre los países.
Los datos son claros, la esperanza de vida ha ido aumentando en 5 años desde 1980 hasta llegar a 76 años en 2010. "Esto es debió principalmente a la disminución de ciertas causas de muerte y los esfuerzos para abordar los factores de riesgo y las condiciones socioeconómicas", muestra.
"La región europea está experimentando cambios importantes que están dando forma a las prioridades de salud y las necesidades de prevención y atención en el futuro. Las tendencias identificadas en este informe nos ayudará a anticipar algunos de los retos a los que Europa se enfrenta y se enfrentará en el futuro", señala Zsuzsanna Jakab, directora regional para Europa de la organización.
"Hay desigualdades persistentes y generalizadas en materia de salud en toda Europa, que en algunos casos están empeorando. Estas son innecesarias e injustas y deben ser una prioridad para nosotros para hacer frente colectivamente", añade.
Por ejemplo, la esperanza de vida para las mujeres alcanzó un promedio de 80 años en 2010, mientras que para los hombres fue de 72,5 años, lo que se explica por las diferencias en el estilo de vida y las diferencias.
El informe presenta un continuo descenso en la mortalidad general, aunque las tasas varían considerablemente siendo más alta en Europa oriental y más baja en los países occidentales. Las enfermedades no transmisibles representan la mayor proporción de muertes, siendo de un 80%. Las enfermedades del sistema circulatorio (cardiopatía isquémica, ictus, etc) representan casi el 50% de todas las muertes, seguido por el cáncer, que causa aproximadamente el 20% de las muertes.
Las enfermedades transmisibles, aunque menos frecuentes en Europa que en el resto del mundo, siguen siendo motivo de preocupación, en particular la tuberculosis (TB), VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. De todas ellas destacan la incidencia de sida que ha disminuido, "lo que refuerza la importancia de un tratamiento eficaz", y las muertes por tuberculosis que se han reducido en un 30% entre 1990 y 2010.
El informe también muestra que el cáncer ha reemplazado a las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte prematura (antes de los 65) en 28 de los 53 países de Europa; que mantiene en mortalidad infantil las tasas más bajas en el mundo (7,9 por 1000 nacidos vivos), a raíz de una reducción del 54% en la mortalidad entre 1990 y 2010, aunque las tasas varían notablemente entre países; y que las muertes por accidentes de transporte se redujo en un 50% después de 1990.

Garantizar una buena vida
Por primera vez en más de 60 años, OMS se propone como objetivo proporcionar claridad en la definición de bienestar, esbozar formas de medir y desarrollar un objetivo regional y los indicadores sobre el mismo a finales de 2013.
"Garantizar una buena vida no es el dominio de un solo sector o servicio, sino un concepto multidimensional con múltiples determinantes. Se requiere un enfoque que implique la totalidad del gobierno y de la sociedad", señala el documento.
El Informe sobre la salud Europeo 2012 se centra en particular en este aspecto, el cual forma parte integral de la nueva estrategia sanitaria europea, 2020 Salud, aprobada por los 53 Estados miembros de la UE en septiembre de 2012. Así destaca que el bienestar y la salud son conceptos interactivos y multidimensionales, con algunos determinantes comunes, tales como el sistema de salud.
 "Todas las sociedades y culturas valoran el bienestar y la salud casi en el mismo grado. El bienestar ha sido parte de la definición de la OMS de la salud desde la creación de la Organización de más de 60 años y ya es hora de que nosotros y nuestros socios y partes interesadas seguir el progreso de bienestar, que está tan íntimamente ligada a la salud" explica Claudia Stein, directora de la División de Información, Pruebas Científicas, Investigación e Innovación en la Oficina Regional, y responsable del informe de la salud en Europa 2012.
Para ello, la OMS ha desarrollado un plan de trabajo para elaborar un nuevo enfoque para medir el bienestar, que incluye una agenda de colaboración para recopilar, analizar y utilizar los datos de salud a nivel Europeo, junto con un programa de investigación que mejore el uso de la información para apoyar la formulación de políticas para mejorar la salud y el bienestar.

Fuente: http://www.europapress.es/salud/noticia-cada-cuatro-europeos-tendra-2050-mas-65-anos-20130313094644.html

domingo, 24 de marzo de 2013

Las aplicaciones crean nuevos empleos y servicios


Tendencias: los teléfonos inteligentes ofrecen oportunidades que no requieren un título en informática
Por Greg Bensinger  y Jessica Lessin

Ashley Diedrich dejó su empleo como enfermera y ahora
vende ropa y accesorios desde su casa gracias a Poshmark.

Hace un año, Ashley Diedrich, una madre de 27 años, trabajaba turnos de 12 horas en un hospital psiquiátrico en Arkansas. Ganaba entre US$1.700 y US$2.000 al mes. Ahora, su ingreso mensual llega a US$3.000 vendiendo ropa y accesorios desde su casa.
Su cambio de carrera fue inspirado por una aplicación del iPhone llamada Poshmark. Desarrollado por una compañía de Silicon Valley del mismo nombre, el programa conecta a compradores y vendedores de prendas de diseñador vía sus teléfonos inteligentes. Poshmark se queda con 20% de cada transacción y ayuda a facilitar los envíos.
"Ahora gano más dinero más rápido", dice Diedrich, que dejó su trabajo como enfermera en mayo y ahora pasa las noches, después de que sus hijos se han ido a la cama, sacando fotos de blusas y suéteres en un maniquí al que ha bautizado "Barbie".
Diedrich forma parte de un grupo cada vez mayor de personas afectadas por la reciente expansión del negocio de las aplicaciones más allá de los desarrolladores clásicos de software y gigantes de la tecnología como Apple Inc. y Google Inc. Las aplicaciones móviles han provocado la aparición de nuevos empleos que los estadounidenses están desempeñando sin un título de ingeniería de sistemas.
Aspirantes a taxistas se están ganando la vida con aplicaciones de transporte que permiten compartir trayectos en auto, como Lyft y Uber. Otros trabajan como mensajeros usando aplicaciones como Postmates, o alquilan las rampas de estacionamiento de sus casas en Parking Panda.
De hecho, los teléfonos inteligentes y tabletas —que suelen incorporar cámaras, conexión a Internet y sistemas de posicionamiento global— hacen que prácticamente cualquiera pueda convertirse en un minorista o mensajero. La proliferación de trabajos ligados a aplicaciones móviles evocan los comienzos de Internet en los años 90, cuando los navegantes se dieron cuenta de que podían vender bienes a consumidores desde sus computadoras a través de sitios como eBay Inc. y Yahoo! Auctions.
Si bien los datos sobre el tamaño del mercado de las aplicaciones que no están desarrolladas por profesionales en sistemas son escasos, inversionistas de capital de riesgo aseguran que el interés por el nicho está creciendo.
El presidente ejecutivo de Poshmark, Manish Chandra, asegura que se centró en los usuarios que podían usar la aplicación como un medio para ganar dinero. "Existe una conexión emocional con su teléfono", opina. "Creo que nuestros usuarios se dan cuenta de eso".
Las aplicaciones rinden de diferentes maneras. Por ejemplo, los mensajeros de Postmates reciben entre 70% y 80% del pago de las entregas, que va de US$5 a US$20, pero la compañía no toca las propinas. Los conductores de Lyft se quedan con al menos 80% de las tarifas que cobran.
Por ahora, pocos de los trabajos creados por aplicaciones móviles son puestos de tiempo completo. Tiffany Jackson, de Texas, recurre a sus días libres en la empresa donde trabaja como asistente tecnológica para ganar dinero extra utilizando una aplicación llamada EasyShift, creada por Quri Inc. El programa paga a gente para que usen sus teléfonos para documentar inventarios, colocación de productos en estanterías y otros datos de marketing para grandes fabricantes.
Otros están sustituyendo los sitios web que usaban antes por aplicaciones móviles. Brenden Mulligan, un desarrollador de aplicaciones de 32 años en San Francisco, ha vendido electrónicos, incluyendo una laptop MacBook Air, vía una aplicación llamada Yardsale, que conecta a vecinos que tratan de vender sus cosas a compradores que quieren evitarse los inconvenientes de los envíos por correo. Yardsale no se queda con un porcentaje de las ventas mientras sigue cortejando nuevos usuarios.
Chris Mok, de 47 años, dice que gana en torno a US$60.000 al año en San Francisco con la aplicación TaskRabbit, que conecta a trabajadores independientes con tareas a cambio de una comisión de 20%. A través de la aplicación, los trabajadores interesados hacen una oferta por una tarea determinada. Mok asegura que trabaja casi siete días a la semana en tareas como armar clósets a medida, pintar paredes y ensamblar muebles. "Trabajar desde una aplicación es sencillamente más eficiente", opina.


Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324735304578352330547031350.html?mod=WSJ_ESP_CarouselHighglights_2

jueves, 21 de marzo de 2013

Los “Me gusta” de Facebook revelan mucho


Estudio de la Universidad de Cambridge: Hacer clic sobre los amistosos botones de "Me gusta" con los que Facebook ha inundado Internet puede indicar más cosas sobre el usuario que si le gusta la Coca-Cola o Lady Gaga. 

Puede revelar que es gay, por ejemplo. O a quién vota. Incluso puede indicar que es soltero y tímido, que tiene un alto coeficiente intelectual y que la adicción a la nicotina es su debilidad.
Una investigación de la Universidad de Cambridge ha analizado los "Me gusta" de más de 58.000 voluntarios y ha descubierto patrones que revelan la orientación sexual, el género, la edad, la etnia, la inteligencia, la religión, la política o el consumo de tabaco, drogas o alcohol de cada usuario de Facebook.
Los "Me gusta" también permiten saber en la mayoría de los casos si el usuario vive en pareja o es soltero, el número de amigos que tiene en Facebook y otra media docena más de rasgos de la personalidad.
Algunos "Me gusta" son más reveladores que otros: los investigadores acertaron si una persona era blanca o negra en el 95% de los casos, en el 88% si era un hombre homosexual, en el 85% si votaba a los demócratas o a republicanos y en el 65% si tomaba algún tipo de drogas.
El estudio se ha publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences. El investigador de la Universidad de Cambridge David Stillwell, uno de los autores del informe, asegura que los resultados son toda una sorpresa: “Tus Me gusta dicen más sobre ti de lo que te crees”, afirma.
Facebook creó el botón "Me gusta" en 2009 y rápidamente inundó la red con su idea. Durante el año pasado el conjunto de usuarios de la red social cliqueó un promedio de 2.700 millones de veces cada día sobre el botón.

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/Facebook-revelan-rasgos-intimos_0_881911872.html

martes, 19 de marzo de 2013

Los argentinos viven más años, pero con menos calidad


Lo asegura un inédito estudio realizado por realizado por el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (EEUU) en 189 países que se presenta hoy. Desde 1990 aumentó 3,5 años la expectativa de vida. Pero también hay más males cardíacos, respiratorios y psíquicos.
por Graciela Gioberchio  

Los avances en el campo de la medicina presentan en la actualidad una cruel ironía para la mayoría de las personas del mundo: evitar la muerte prematura, pero vivir muchos años con enfermedades. Vivimos más años, pero más enfermos.
Así lo confirma un trabajo internacional realizado por el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington y la Fundación Bill y Melinda Gates.
Se trata del primer estudio global que analiza país por país la carga de enfermedad y su evolución desde 1990. Se llama GBD (Global Burden of Disease, o Carga Mundial de Morbilidad) 2010 y abarca a 189 países.
Según este informe, en Argentina la expectativa de vida aumentó 3,5 años entre 1990 y 2010 (pasó de 72,5 años a casi 76), pero ese aumento podría haber sido mayor si no fuera por la alta incidencia de enfermedades relacionadas con los malos hábitos.
Rafael Lozano, médico y profesor de salud global de la Universidad de Washington, explica a Clarín: “Argentina logró disminuir la mortalidad en todos los grupos de edad, particularmente en los menores de cinco años. Tiene un perfil muy cargado hacia las enfermedades no transmisibles de larga duración. Y al contabilizar las pérdidas de salud asociadas a la discapacidad de las enfermedades se observa que la esperanza de vida saludable –los años que se viven sin enfermedad– es de 64,7 años. En 1990, era de 63,1 años”.
“En otras palabras –resume el investigador mexicano– aumentaron los años de vida en promedio, pero este aumento hubiera sido mayor de no haber perdido años porque la gente está enferma”.
De acuerdo con los datos del informe, en 1990 la población argentina perdió, en promedio, 9,4 años de vida sana; mientras que según las mediciones de 2010, esa cifra subió a 11,2 años. En expectativa de vida saludable, en relación a los países de la región, Argentina se ubica mejor que Perú, Colombia y Brasil, aunque no de Chile. A nivel global Argentina ocupa el lugar 45. A la cabeza están Japón, Corea y España. Con matices, el aumento de la esperanza de vida y el descenso en la calidad se da en todo el mundo.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de la pérdida de años de vida saludable entre los argentinos de ambos sexos. Siempre en base a la evolución entre 1990 y 2010, siguen los accidentes cerebrovasculares (ACV), la depresión, la lumbalgia, las infecciones respiratorias bajas, los accidentes de tránsito, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las complicaciones en el embarazo, la diabetes, otros trastornos musculoesqueléticos y dolor cervical. La lista incluye en total 25 causas principales.
Quienes trabajaron en el estudio global explican que la depresión o la lumbalgia no son causas de muerte, que nadie se muere por ellas, pero se sufren y durante varios años. Dicen que son consecuencia de las condiciones en las que se vive, de una pobre calidad de vida, de la falta de actividad física o de la obesidad, y que en definitiva expresan una gran carga de enfermedad. Este tipo de males acortan la expectativa de vida saludable pero no la expectativa de vida total. Es decir, se viven menos años con buena calidad de vida. O, en otras palabras, vivimos más, somos más longevos, pero pasamos más tiempo con dolores.
Es evidente que el avance de la medicina permitió en esos veinte años un mayor acceso de la población a los tratamientos médicos. Y eso hizo que las enfermedades que antes eran mortales se conviertan en males crónicos que no matan pero se sufren, provocan secuelas o discapacidades y, según la patología y el caso, brindan una mejor o peor calidad de vida.
La mayoría de esas causas aumentaron en las dos décadas analizadas. Las que más crecieron son las autolesiones (suicidios e intentos de suicidio) con casi el 60%; el abuso de drogas (cerca del 55%), los accidentes de tránsito (alrededor del 47%), los trastornos musculoesqueléticos (casi el 43%) y el dolor cervical (ronda el 32%).
Lo cierto es que muchas de estas enfermedades “son evitables y la responsabilidad es compartida entre los ciudadanos y el Estado”, afirma Lozano. Sucede que alrededor de 12,5% de la carga de la enfermedad está asociada a los malos hábitos alimenticios no saludables (obesidad); en segundo lugar está el tabaquismo y atrás vienen la hipertensión, el colesterol, el abuso de alcohol, la exposición a la contaminación y los factores de riesgo ocupacional.
En el GBD 2010 trabajaron casi 500 investigadores de 303 instituciones de 50 países, entre ellos la Argentina: en el informe participó el Instituto Malbrán.
Los datos de 2010 se compararon con los del trabajo realizado en 1990 por la Universidad de Harvard a pedido del Banco Mundial y de la Organización Mundial de la Salud. Abarcó regiones y no país por país, como sí hizo éste último; no tuvo la participación de tantos investigadores como ahora, y además fue un informe estático de las distintas regiones, una suerte de fotografía, mientras que el que se presenta hoy es muy dinámico y muestra la evolución de distintos ítems a lo largo de las dos décadas.
“Es la primera vez que un estudio logra comparar 189 países”, asegura Lozano. Y explica que el informe ofrece una herramienta muy importante que permitirá a cada país construir su propia historia de salud –“saber de dónde venimos”, apunta– sin depender de las interpretaciones de los expertos.
También posibilitará fijar objetivos de políticas públicas acordes a la realidad, por ejemplo, el destino de los fondos para prevenir las principales enfermedades.

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/argentinos-vivimos-anos-calidad_0_877112353.html

domingo, 17 de marzo de 2013

Daniel Kahneman: «No sabemos que no sabemos»


Entrevista a Daniel Kahneman: «La gente vota sobre cosas de las que no tiene ni idea»
El Premio Nobel de Economía 2002 habla sobre su nuevo libro, Pensar rápido, pensar despacio, un tomo que sintetiza cinco décadas de estudio sobre el comportamiento intuitivo y racional de las personas
E. Vasconcellos 

Kahneman se convirtió en 2002 en el primer no economista galardonado con el premio Nobel de Economía gracias a sus estudios sobre la toma de decisiones en momentos de riesgo e incertidumbre. El catedrático de Psicología de la Universidad de Princeton, que ingresó en la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, acaba de publicar Pensar rápido, pensar despacio (Debate). La obra sintetiza sus investigaciones sobre la forma de pensar de los seres humanos. 
Kahneman sostiene que tenemos dos vías de pensamiento: el Sistema 1, rápido, intuitivo y emocional, y el Sistema 2, más lento, esforzado y racional. El primero proporciona conclusiones de forma automática, y el segundo, respuestas conscientes. Lo peculiar es que, en la mayoría de las ocasiones, no reflexionamos sobre cuál de los dos ha tomado las riendas de nuestro comportamiento. «Este libro puede leerse como un psicodrama con dos personajes», bromea Kahneman en la primera parte del libro.
Sus teorías han influido en la llamada «economía conductual», una corriente que trata de demostrar que las finanzas no son tan «predecibles» como parecen. La teoría económica neoclásica sostiene que los agentes económicos actúan de forma racional en busca del máximo beneficio, pero los estudios conductuales han demostrado que nuestros juicios están cognitiva, emocional y socialmente condicionados. La mayoría de las veces sin que nos demos cuenta. El comportamiento humano se escapa de los presupuestos del mercado.
«No soy economista», subraya Kahneman antes de empezar la entrevista. «No soy un experto en esto», reitera. Y es que el profesor se ha visto rodeado –involuntariamente, a tenor de su actitud– de periodistas que le preguntan más por la prima de riesgo que por los atajos mentales de nuestro cerebro.

- Su teoría es un poco «pesimista» respecto al control efectivo que tenemos sobre nuestras decisiones. Estamos tan condicionados que no nos damos cuenta...
- No creo que podamos cambiar la naturaleza humana. No podemos decidir pensar mejor. No soy negativo: no creo que la gente tenga un mal sistema de pensamiento, pero creo que es difícil que aprendan a pensar mejor. La educación nos permite ser más eficaces cuando pensamos, porque contribuye a usar más el Sistema 2 (racional). Ahora bien, no altera profundamente el equilibrio de poder entre ambos sistemas.

- ¿Ha registrado diferencias culturales en el uso de uno u otro sistema?
- No he llevado a cabo un estudio sistemático con relación a las diferencias culturales, pero es un tema bastante «de moda» en la Psicología. Hay muchos estereotipos, pero sí que hay diferencias, sobre todo en la medida en que unas culturas favorecen la acción inmediata frente a otra más sopesada, más lenta.
Hay aspectos en los que se observan diferencias entre Oriente y Occidente, por ejemplo, la velocidad con la que se toman las decisiones. Los estudios realizados en Estados Unidos muestran que a la gente le impresionan los líderes que actúan con rapidez; no estoy seguro de que en Asia sean esos los líderes los que más impresionan.
Otra diferencia importante es el concepto de felicidad, de bienestar. La alegría, la emoción o la satisfacción son más importantes en Occidente que en Oriente, donde se aprecia más la calma. «Confiamos mucho en juicios que formamos con muy poca información»

- ¿Sobrestimamos nuestra capacidad de decidir «correctamente» y la calidad de la información de la que disponemos?
- Esa es precisamente una de las cosas que destaco en el libro. Tendemos a tener mucha confianza en juicios que hacemos basados en muy poca información. Es uno de los aspectos más importantes de la cognición. Somos capaces de generar interpretaciones muy rápidas; eso es maravilloso, porque nos permite actuar rápido, pero por otro lado no somos conscientes de lo que no conocemos. «No sabemos que no sabemos».

- ¿Cómo podemos saber que la información de la que disponemos para decidir es suficiente y de calidad?
- Es prácticamente imposible. Cuando uno se está formando una impresión de algo, o de alguien, y es realmente importante, es posible que reduzca el ritmo y diga: «Sí, tengo una idea muy clara de esta persona, pero voy a analizar los datos de los que dispongo». Y cuando lo hagamos, nos daremos cuenta de que tenemos muy poca información fidedigna para formarnos una impresión determinada.

- Nos cuesta admitir errores, ¿cree que es más por orgullo o por lo que usted considera una «incapacidad para reconocer estados pasados del conocimiento»? (Es decir, «no recordar» lo que pensábamos antes de que algo nos hiciese cambiar de opinión)
- Admitir errores siempre es desagradable. Las personas tienen una opinión diferente cuando las cosas van bien o mal. Cuando ven cómo se toma una decisión desde fuera, y tiene un mal resultado, tienden a pensar que fue un error y quien la tomó debería haber previsto las consecuencias. Pero se lo plantean después (es lo que en el libro llama «sesgo del resultado»). Por ejemplo, cuando se produce un desastre, nadie te dirá: «El líder actuó con brillantez, y a pesar de ello, se ha producido una catástrofe».
Cuando la gente cambia de opinión, olvida cómo pensaba antes. «Ahora que sé esto, es muy difícil recordar la situación en la que no lo sabía». Pongamos que alguien te miente y lo descubres. Entonces empiezas a acordarte de todos los episodios pasados con esa persona, y tendrás la sensación de que ya sospechabas algo... «Cuando la gente cambia de opinión, "no recuerda" cómo pensaba antes»

- Habla en el libro de la importancia del «marco» del discurso. ¿La primera batalla para aprender a pensar despacio es llamar a las cosas por su nombre?
- El idioma es importante. No es lo mismo mostrar datos en términos de mortalidad (10%) o en términos de supervivencia (90%). La gente los percibe de forma diferente. El problema es que las cosas no tienen un único nombre.
Los políticos y los publicistas se dirigen al Sistema 1 (emotivo, no racional). Planean las cosas de forma eficaz para sus fines. El Sistema 1 genera la mejor historia entre las posibles con la información de la que dispone, una historia con coherencia interna. Lo malo es que nos resulta difícil aceptar nueva información que sea incompatible con la historia que uno se ha formado.

- «No dejes que la realidad te estropee una buena historia» es algo que se dice irónicamente entre los periodistas.
- Sí, es algo así.

Política y economía
- Su trabajo se centra en las decisiones que tomamos en situaciones de riesgo. A menudo también recibimos presiones para que actuemos erróneamente.
- Por supuesto. Ocurre constantemente. La gente es muy sensible a las presiones y a las consecuencias inmediatas que puedan tener. Los efectos a largo plazo son más abstractas y más difíciles de tener en cuenta. Por ejemplo, el calentamiento global: cuando la amenaza se concrete en el tiempo, será muy tarde para reaccionar.

«En las democracias, la gente se ve obligada a pensar a corto plazo»
- No nos tomamos en serio las «amenazas» a largo plazo.
- Tomarse las cosas en serio implica un elemento emocional. Las emociones se evocan más rápidamente y con mayor intensidad por cosas inmediatas. Las democracias funcionan así, por ejemplo. La gente se ve obligada a pensar a corto plazo. Es uno de los grandes problemas de las democracias, pero los sistemas que no son democráticos... tienen otros problemas.

- Dígame un personaje público que sea más racional que impulsivo, y viceversa.
- Los dos últimos presidentes de Estados Unidos, Obama y Bush. Obama tiene un estilo más reflexivo. Bush era un líder deliberadamente intuitivo, de lo cual se enorgullecía.

- Pero no censuramos esta actitud.
- ¡No, al contrario, a al gente le encanta la intuicion! Le gustan los líderes rápidos.

- ¿Y dentro de Europa?
- No lo sé...

- No se mete en aguas profundas.
- (Risas) No, no tengo necesidad.

- ¿Cree que es un problema que todo el mundo opine sobre cualquier cosa?
- Sin duda. Eso explica en parte la situación actual. Es sorprendente que la gente vote y que tenga opiniones políticas sobre cosas de las que no tiene ni idea, como la economía. Pero forma parte de nuestra propia naturaleza. Está relacionado con lo que decía antes: el problema es que no sabemos que no sabemos.

- Por cierto, ¿invierte en bolsa?
- No. Bueno, tengo a alguien que lo hace por mí.

- ¿Y qué tal van sus valores?
- ...

Fuente: http://www.abc.es/20120615/cultura-libros/abci-daniel-kahneman-premio-nobel-201206151829.html

jueves, 14 de marzo de 2013

El dinero no compra la felicidad, pero calma la angustia


Según una encuesta realizada en Estados Unidos, los bajos ingresos incrementan el dolor emocional. Pero el bienestar no mejora cuando se gana más de 75.000 dólares anuales. Se trata de un estudio a cargo del premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman, y Angus Deaton del Centro de Salud y Bienestar de la Universidad de Princeton    

   
¿El dinero puede comprar la felicidad? No, pero unos 75.000 dólares al año pueden aliviar el sufrimiento por los problemas de la vida, según un estudio realizado en Estados Unidos. 
En una encuesta entre 1.000 estadounidenses, los consultados dijeron que se sienten en general bastante felices, y más dinero equivale a más satisfacción, pero sólo hasta un punto, descubrieron Daniel Kahneman y Angus Deaton del Centro de Salud y Bienestar de la Universidad de Princeton.
"Más dinero no compra necesariamente más felicidad, pero menos dinero está asociado con dolor emocional", escribieron en Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
"Quizás 75.000 dólares es un umbral más allá del cual los incrementos adicionales no generan mejoras en la capacidad de los individuos de hacer lo que le importa más a su bienestar emocional, como pasar tiempo con la gente que les gusta, evitar sufrimientos y enfermedades, y disfrutar del ocio", agregaron.
Los consultados respondieron un intenso cuestionario telefónico de 450 preguntas, incluyendo detalles como ingresos, satisfacción, emociones y tensiones, llamado índice de bienestar Gallup-Healthways.
"Los bajos ingresos exacerban el dolor emocional asociado con infortunios como el divorcio, enfermedades o la soledad. Nosotros concluimos que los altos ingresos compran satisfacción pero no felicidad", aseguraron.
La sensación de bienestar sube con el ingreso, pero sólo hasta cerca de los 75.000 dólares el año, según el estudio. "Tal como en otros estudios de bienestar, encontramos que la mayoría de la gente se sentía bastante feliz y satisfecha con sus vidas", agregó.
Cerca del 85 por ciento de los consultados sonreían, sentían placer o felicidad cada día, aunque un 39 por ciento sentía estrés.


http://www.lagaceta.com.ar/nota/397415/confirmado-dinero-no-compra-felicidad-pero-calma-angustia.html

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Hombres peores pacientes que las mujeres?


Los hombres conviven peor con la enfermedad, aunque ellas van más al médico. Las mujeres prestan más atención a su salud y ejercen de cuidadoras.



Madrid (España).- Lejos de tratarse de un tema de machismo o feminismo, especialistas aseguran que tanto psicológica como físicamente ellos "sienten" diferente que ellas. Si bien suelen tener un lugar común en las charlas de mujeres, parecería haber algo de cierto en eso de que muchas mujeres sufren en silencio y que los hombres son peores pacientes que ellas.

"Es una realidad cierta, aunque no empíricamente probada", admite sonriendo el doctor Carlos San Martín, miembro del Grupo de Trabajo de Sexología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). "La experiencia nos demuestra que hay diferencias de género en lo que se refiere al afrontamiento de la enfermedad".

Autocuidado
"La mujer está más acostumbrada a ejercer el rol de cuidadora, tiene mejor asumida la importancia del autocuidado de la salud -especialmente en algunos periodos de su vida reproductiva-, y eso se traduce en una mayor normalización cuando le toca ser paciente; una mayor aceptación de la posibilidad de enfermar".
 Confirma su impresión la doctora Pilar Román, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI); "en general ellos son peores pacientes y tienen más miedo a lo que les pueda pasar, a las pruebas médicas, a la muerte...". Una sensación que confirma la doctora Concha Pérez, presidenta de la Sociedad Española del Dolor: "No lo avalan los estudios, pero sí parece que ellos se marean más con los pinchazos, suelen sufrir más síndromes vagales".
 El doctor Francisco Camarelles, miembro de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), confiesa que tiene algunas dudas sobre si los hombres son más 'quejosos' que las mujeres, aunque reconoce que puede ser así en el ámbito doméstico, pero no necesariamente a la hora de ir al médico. "Ellas tienen mayor permisividad social a la hora de enfermar, quejarse, ir al médico a consultar; en cambio, ellos, pueden tener la sensación de que pierden su hombría", apostilla.
 También el psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón, Francisco Duque rompe una lanza en favor de sus congéneres y rechaza las generalizaciones ("es más una cuestión de diferencias individuales"); aunque sí reconoce que a menudo la enfermedad desborda los mecanismos de control del varón, acostumbrado socialmente a representar un papel de líder, de invulnerable.
"La mujer suele expresar sus emociones sin pudor, mientras que el hombre elabora más las situaciones para tenerlas bajo control", explica este especialista en Psicología Clínica. Por eso es probable que ellos reaccionen peor ante una situación anómala, como puede ser, pongamos por caso, una gripe.

- Cuidar a la familia
 La doctora Román admite además que es habitual que las mujeres no sólo asuman su enfermedad con naturalidad, sino también la de sus maridos; especialmente en edades avanzadas; "ellas te cuentan mejor lo que les pasa a ellos, asumen la enfermedad de la pareja". Una idea en la que ahonda el doctor Antoni Trilla, del Hospital Clínic de Barcelona: "Hay otro fenómeno curioso, y es que las mujeres visitan mucho más a sus parientes en el hospital. Es más infrecuente que la parte masculina de la familia -padres, hijos, hermanos...- venga a ver a un paciente varón ingresado", resume. "Tal vez ellas tienen un mayor sentido de protección, de ayuda".
En este sentido, el doctor Camarelles coincide con sus colegas en que las mujeres tienen más sentido del cuidado de la salud, propio y de su familia ("suelen ser ellas las que controlan las citas con el médico y se las recuerdan a todos"). Y añade: "A la mujer se la educa para pedir ayuda y tiene más recursos para hacer frente a las adversidades". Entre otras cosas, concluye, ellas son las que más información sobre salud buscan en internet y las que más acuden al médico (en las encuestas tienen peor salud autopercibida que los varones), "pero aunque consulten más, no lo ven como una debilidad".

A ellas les duele más
Uno de los ámbitos en los que más y mejor se han estudiado las diferencias de género en la cuestión del dolor. Según explica la doctora Concha Pérez, presidenta de esta sociedad, los ensayos han demostrado que las mujeres sufren dolor con más frecuencia e intensidad que los hombres.
"En la infancia no hay diferencias entre niños y niñas, pero cuando alcanzan la adolescencia, se ha comprobado que el dolor se dispara en las mujeres", explica. Esta coincidencia temporal ha llevado a los científicos a especular con la posibilidad de que esta diferencia tenga que ver con las hormonas femeninas; pero como destaca la doctora Pérez, es sólo una hipótesis, porque también se han manejado otras causas.
"Podría ser también por diferencias en los sistemas neuronales de inhibición del dolor, o por otras hormonas (como la dopamina y el cortisol)... Se ha valorado asimismo que tenga que ver con una mayor activación de los mecanismos antiinflamatorios en las mujeres, o que sea una cuestión social, más que fisiológica", apunta. "No está claro el porqué, pero en todos los modelos de dolor que se han estudiado, las mujeres presentan puntuaciones más altas".
Además, como recuerda el doctor Camarelles, el género por sí solo justifica una serie de enfermedades, más habituales entre las féminas por el simple hecho de serlo. Patologías endocrinas (como el hipotiroidismo), anemias, problemas osteoarticulares o autoinmunes, o trastornos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad tienen mayor incidencia entre las mujeres. "Y en todo ello hay una cuestión biológica", explica este especialista en Atención Primaria que admite que no siempre los médicos le prestan la suficiente atención a las diferencias de género en la consulta.

Fuente: http://www.proyecto-salud.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=9281

lunes, 11 de marzo de 2013

Costa Rica: consumidores pierden confianza


Según un estudio de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, continúa la pérdida de confianza en consumidores. Especialistas creen que crisis institucional y política influye en resultados.
Elizabeth Rojas Arias 



En febrero se realizó la última encuesta nacional por parte de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica y ante la sorpresa de los mismos estadísticos, el resultado continúa igual al de hace cuatro consultas, es decir la confianza hacia la economía nacional sigue estancada con un índice de 40%.
El coordinador de la encuesta del ICC M.Sc. Johnny Madrigal Pana destacó que en esta ocasión los resultados revelan una diferencia entre la percepción que tienen los consumidores que pueden hacer gastos discrecionales y quienes no, así como entre las personas consultadas que tienen ingresos superiores o inferiores a los 250 mil colones mensuales.
Edgar Gutiérrez
Para los primeros la confianza subió de 44,8 en noviembre del 2012 a 47,6 en febrero del 2013. En el segundo caso, la diferencia entre ambos grupos es de 10,3 puntos, es decir,  quienes ganan 250 mil colones o menos tienen una confianza de 32,8% y los que reciben más de esa cantidad registraron un índice de confianza de 43,1.
Otro de los aspectos que subrayaron tanto el director de la Escuela de Estadística Dr. Edgar Gutiérrez Espeleta y el M.Sc. Madrigal es que dada la tendencia de los últimos meses el ICC podría ser un indicador de lo que está sucediendo en la economía doméstica, y por otra parte, tanto el Índice de Condiciones Económicas Actuales (37,9%) como el Índice de Expectativas Económicas (41,3) indican que el principal sostén económico de los hogares costarricenses encuestados ven con pesimismo el presente y el futuro de la economía nacional.
“Combinando como percibe el consumidor las condiciones actual económica con respecto  a las expectativas, nos mantenemos en el escenario que yo he denominado de ocaso” manifestó el Dr. Gutiérrez Espeleta y añadió que “esto hay que comprenderlo con seriedad, para que las autoridades de gobierno puedan aplicar las medidas del caso”.

Edgar Gutiérrez: de acuerdo con las últimas cuatro encuestas del ICC nos mantenemos en el escenario que yo he denominado de ocaso, hoy estamos mal y mañana también, no hay luz al final del túnel.

El M.Sc. Johnny Madrigal al respecto informó que en la encuesta se incluyó la pregunta ¿Diría que durante los próximos cinco años el país tendrá: buenos tiempos, períodos de crisis o qué?, a lo que el 56,2% respondió períodos de crisis.
Madrigal considera que “el desaliento de los consumidores contrasta de alguna manera con la actividad económica del país. Si bien es cierto, dijo el estadístico, a nivel mundial las proyecciones de crecimiento económico mejoran levemente en el bienio 2013 (3,5%) y 2014 (4,1%), en Costa Rica el Producto Interno Bruto (PIB) real creció a 5,1% en el 2012 y se estima que crecerá 4% en el bienio mencionado.
Otros resultados de la encuesta confirman que a pesar de que los consumidores creen que el tipo de cambio se mantendrá (47,9%), que conservarán su empleo en los próximo 12 meses (81%) y que ha disminuido considerablemente la cantidad de encuestados que piensan que las tasa de interés de los préstamos aumentarán (49,9%), hay aspectos negativos que pesan más sobre su confianza, por ejemplo  el creer que los precios de los combustibles aumentarán y que es difícil encontrar trabajo en lo que hace.
Además, dijo el M.Sc. Madrigal, en el país se están experimentando eventos, no medidos por la encuesta, que afectan la confianza de los consumidores. Estos tienen que ver con crisis institucionales, sociales y políticas.
Por otra parte, la calificación sobre la política económica del gobierno actual es bastante negativa, solo el 5% respondió que está haciendo un buen trabajo, contra un 72,8% que lo calificó de pobre.
Con respecto a la política social las expectativas tampoco son favorables, el 57% creen que el desempleo aumentará en los próximos 12 meses y un 64,2% piensan que la pobreza también crecerá.

Fuente: http://www.ucr.ac.cr/noticias/2013/03/04/continua-perdida-de-confianza-en-consumidores.html

viernes, 8 de marzo de 2013

ONU: situación de la mujer


El lema de este año para el Día Internacional de la Mujer, «Una promesa es una promesa: Es hora de actuar para acabar con la violencia contra la mujer», busca reforzar el compromiso de la comunidad internacional.


Estadísticas proporcionadas por las Naciones Unidas:

  • Hasta el 50% de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años.
  • Globalmente, 603 millones de mujeres viven en países donde la violencia doméstica no se considera un delito.
  • Hasta el 70% de las mujeres de todo el mundo aseguran haber sufrido una experiencia física o sexual violenta en algún momento de su vida.
  • Más de 60 millones de niñas son novias y se casan antes de los 18 años…

Ante estas inaceptables estadísticas, la comunidad internacional está firmemente comprometida para cambiar el sufrimiento de las mujeres.
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) exige a los países firmantes que adopten todas las medidas necesarias para acabar con la violencia.
Como parte de los esfuerzos dirigidos por la ONU para luchar con esta situación, la campaña ÚNETE del Secretario General hace un llamamiento a todos los Gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones feministas, los hombres, la gente joven, el sector privado, los medios de comunicación y el sistema de las Naciones Unidas para unirse en los esfuerzos encaminados a corregir esta pandemia.

Fuente: http://www.un.org/es/events/womensday/

miércoles, 6 de marzo de 2013

LinkedIn: ¿Qué quieren las mujeres en el trabajo?


Con motivo de celebrarse el Día Internacional de la Mujer, el cual tendrá lugar el próximo 8 de marzo, la red social profesional más grande la web, LinkedIn, dió a conocer un extenso estudio internacional denominado ¿Qué quieren las mujeres en el trabajo?


En esta investigación se encontró que el 63% de las mujeres traduce el éxito laboral en la actualidad en encontrar el equilibrio entre las actividades dentro del trabajo y la vida personal, mientras que dentro de cinco o diez años el triunfo estará en encontrar un salario más alto (56%).
Entre los retos que afrontan las mujeres dentro de su desempeño laboral, el informe determinó que el 47% de las mujeres es la poca inversión que hacen a su desarrollo personal, al mismo tiempo que la desigualdad en los salarios se presenta como una dificultad importante para el 44%.
De esta manera, las mujeres de hoy buscan oportunidades laborales que les permitan no sólo desenvolverse con éxito en el ámbito profesional y laboral, sino que también den oportunidad al desarrollo personal como parte de un crecimiento integral.

Fuente:http://www.empresasydinero.com/infografia-que-buscan-las-mujeres-en-un-trabajo-ideal/

lunes, 4 de marzo de 2013

El amor: una apoteosis química. (1)


“Uno debería vivir siempre enamorado. Por eso no debería casarse”. Así de rotundo se mostraba el escritor irlandés Oscar Wilde, convencido de que el compromiso acababa apagando la llama del amor. Dejando a un lado la figura del matrimonio, su reflexión iba más allá, al pensar que un amor duradero, sostenido en el tiempo, perdía su esencia con el paso de los años. Y esa pregunta sigue rondando por la cabeza de millones de personas de todo el mundo: ¿podemos vivir tan enamorados como el primer día?
Publicado originalmente por Laura Chaparro en SINC


El amor es la droga más potente que existe, y no una es una frase hecha. Su efecto es similar al de algunos analgésicos, puesto que enciende zonas cerebrales que reducen el dolor, según una investigación de la Universidad de Stanford (Estados Unidos). Y como ocurre cuando una persona adicta a las drogas las deja, cuando el amor se rompe, las consecuencias de la adicción son tan fuertes que pueden desembocar en graves comportamientos depresivos y obsesivos, tal y como señala otro estudio del Albert Einstein College of Medicine (Estados Unidos), dirigido por la reconocida antropóloga Helen Fisher.
Ese estado de embriaguez amorosa inicial no es sostenible en el tiempo. En eso los científicos están de acuerdo puesto que ningún organismo sería capaz de soportar tal éxtasis de forma permanente. Sin embargo, aunque la excitación tienda a relajarse, el amor romántico sí puede perdurar. La droga romántica es la ‘culpable’ de que nuestro cerebro y todo nuestro cuerpo experimenten una apoteosis química, con emociones que van desde la euforia a la ansiedad, pasando por la sorpresa, el miedo y la obsesión.

Como el primer día
En 2011, la neurocientífica Lucy L. Brown, del Albert Einstein College of Medicine, describió junto a Helen Fisher lo que sucede en el cerebro de parejas con relaciones de largo recorrido. “Nos centramos en aquellas personas que decían estar enamoradas como los primeros meses, aunque llevaban juntas diez años o incluso más”, explica Brown a SINC.
El estudio, titulado Correlaciones neurales del amor romántico intenso de larga duración, es el primero que investiga las implicaciones que tiene este tipo de amor duradero en el sistema nervioso.
Diferentes teorías apuntaban a que no era posible que la intensidad del amor se prolongara en el tiempo. El cuidado de los hijos podía apagar la llama de la pareja, o bien el amor, con el paso de los años, se transformaba en una amistad profunda entre ambos, sin necesidad de que existiera deseo sexual. El mismo Sigmund Freud especuló con que la pasión en relaciones largas respondía a una patología o a una sobreidealización por parte de uno de los dos miembros.
Los resultados mostraron que cuando veían la imagen de su pareja, su cerebro se comportaba de forma similar al de las personas recién enamoradas, al activarse las regiones que fabrican dopamina, situadas principalmente en el área ventral tegmental. Además, también se excitaban las regiones asociadas con el apego maternal y la amistad. “Sin embargo, otras teorías sugieren que podría haber mecanismos con los que el amor podría sostenerse en el tiempo en una relación”, destacan las autoras en su estudio. Para averiguarlo, escogieron a diez hombres y siete mujeres casados durante una media de 20 años. A todos ellos les sometieron a una resonancia magnética, y dentro del escáner les mostraron imágenes de sus parejas, de amigos íntimos, de familiares cercanos y de parientes lejanos.
El hallazgo de que la dopamina tuviera también un papel importante en esta fase les sorprendió por lo que entrañaba. Esta hormona es la responsable de la euforia, tan común en el comienzo de las relaciones, y es un neurotransmisor que regula el sistema de recompensa, encargado de que respondamos a estímulos que causan placer o desagrado.
“Los resultados sugieren que el sistema de recompensa que se activa en determinadas parejas duraderas se puede prolongar en el tiempo como ocurre con un nuevo amor, pero también está relacionado con los sistemas implicados en el apego y el emparejamiento”, apuntan en el estudio.
Continuará...

Fuente: http://www.sciencefriday.com/blogs/02/14/2013/para-toda-la-vida-bases-neuroqu-micas-del-amor-duradero.html?audience=3

viernes, 1 de marzo de 2013

Alzheimer ¿el precio de nuestra inteligencia?


La evolución cerebral se esconde detrás del origen de la enfermedad de Alzheimer. El Alzhéimer es el precio que la especie humana tiene que pagar por sus capacidades cognitivas. Así concluye un nuevo trabajo, publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease, liderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana. Los autores sostienen que dicha sensibilidad al proceso neurodegenerativo es la consecuencia secundaria de la especialización y de la complejidad metabólica de nuestras áreas parietales.




Representación evolutiva del cerebro del Homo sapiens. / CENIEH.

CENIEH | 28 febrero 2013 11:25
Un nuevo estudio, liderado por Emiliano Bruner, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), y Heidi Jacobs, neurosicóloga del Instituto alemán de Neurociencia y Medicina de Jülich, propone un marco evolutivo al origen de la enfermedad de Alzheimer.
El trabajo, publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease, sugiere que la sensibilidad al proceso neurodegenerativo sería el precio que tenemos que pagar los Homo sapiens para tener las capacidades cognitivas peculiares de nuestra especie.
De acuerdo con la hipótesis formulada en este artículo, dicha sensibilidad al proceso neurodegenerativo del Alzhéimer es la consecuencia secundaria de la especialización y de la complejidad metabólica de nuestras áreas parietales. “De hecho, en las primera fases de esta enfermedad se observa un déficit metabólico, es decir en la gestión de la energía, de estas misma áreas que caracterizan el origen de nuestra especie”, explica Bruner.
Se supone que la evolución de las áreas parietales se relaciona con las capacidades cognitivas. En este sentido, el registro fósil y paleoneurológico muestra que nuestra especie se caracteriza en geometría cerebral por una marcada reorganización de dichas áreas y quizás de su sistema vascular.
Estos procesos de crecimiento y desarrollo que llevan a estos cambios cerebrales están ausentes en los simios antropomorfos, así como en homínidos con gran volumen cerebral como los neandertales. Además, en los tejidos neurales, en la corteza parietal profunda, los humanos tenemos áreas que tampoco se encuentran en los otros primates.

El precio de nuestra inteligencia
Por tanto, este desarrollo de las capacidades cognitivas del Homo sapiens puede que haya conllevado una mayor sensibilidad a defectos metabólicos: balance energético, toxinas, gestión del calor, etc. Y como señala Bruner, el precio que tendríamos que pagar por disfrutar de nuestras capacidades peculiares.
El Alzheimer sólo se conoce en nuestra propia especie. Bruner concluye que el silencioso filtro de la selección natural sólo reconoce las ventajas cognitivas y ninguna de sus desventajas, ya que al afectar a edades tardías, este 'efecto secundario' no influye sobre las capacidades reproductivas del individuo.
Los autores no plantean directamente una cura para una patología como el Alzhéimer, pero puede ofrecer una interpretación diferente de sus causas, acercándose a sus mecanismos no desde su situación presente, sino desde su pasado.

Referencia bibliográfica:
Bruner E., Jacobs H.I.L. 2013. "Alzheimer’s Disease: the downside of a highly evolved parietal lobe?". J. Alzheimer’s Disease DOI 10.3233/JAD-122299

fuente: http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-evolucion-cerebral-se-esconde-detras-del-origen-de-la-enfermedad-de-Alzheimer