Desde que las redes sociales eclosionaron como los nuevos canales de comunicación entre los seres humanos, haciendo de la información un bien de acceso libre y transversal, son muchos los acontecimientos históricos que han visto modificado su rumbo, gracias al poder de los “usuarios unidos en red”
Carolina Velasco
Egipto, los desastres naturales de Japón o las revueltas estudiantiles en Chile, se propagaron en tiempo real, grandes líderes derrotados, decisiones adoptadas que dan marcha atrás por el peso de la acción social, movimientos sociales de toda índole orquestados desde las redes sociales, son sólo algunas de las cosas que, como civilización hemos logrado con ésta nueva forma de comunicación social.
El fenómeno social ha sido la “chispa” que ha encendido la mecha de los “prosumidores unidos”, veamos qué podemos esperar de este poder del cliente en Internet.
Son muchas las personas que interactúan en línea a diario, no es un tema menor que la gestión eficiente de la reputación corporativa, siga siendo el gran “talón de Aquiles” de la empresa post Social Media.
Vivimos en la era de Internet, vivimos en el ciclo Solomo, donde o social, local y en movimiento, marca el destino del tejido empresarial de forma global y con el servicio de atención al cliente, como eje central de los desafíos que enfrentamos.
Los usuarios comparten, compartimos en red, expresamos nuestras opiniones, acerca de todo, incluido de aquello otrora considerado inherente a la intimidad, el cliente actual no tiene ninguna limitación a la hora de expresar sus emociones y, esto es así porque son emociones lo que principalmente vincula a los clientes con las empresas consideradas referentes de sus mercados o industrias.
Es debido a éste poder de los consumidores en línea que hemos modificado estructuralmente la definición que le damos al marketing. Hoy sabemos que todas las acciones realizadas a golpe de clic, responden a un plan de marketing, a una imagen que buscamos transmitir y a través de la cual, consolidamos redes de contactos. ¡Son nuestras acciones las que definen nuestra influencia y, la suma de éstas, es lo que informa sobre la reputación corporativa de la empresa actual!
No podemos olvidar que los desafíos que enfrentamos están hoy vinculados con nuestra capacidad como prosumidores de entregar soluciones que respondan a conceptos intangibles, como la ética, la confianza y el cumplimiento de los compromisos.
Todos podemos hacer clic, todos podemos conformar redes de contactos con las que compartamos puntos de vista, intereses, gustos y necesidades, todos somos prosumidores, el poder del consumidor en la red es tan infinito como lo son las oportunidades que, a diario se nos presentan para hacer las cosas bien.
Recordemos que el conocimiento es quien hoy ostenta el poder que otrora lideraba la información y no olvidemos nunca que, si bien unidos somos más fuertes, también debemos conseguir, desde nuestra obligada vertiente de productores a la que nos expone la red, que dicha unión de cómo resultado una mayor eficiencia para nuestros objetivos como empresa y para los objetivos de ésta nueva economía social que estamos construyendo a golpe de clic.
Tenemos el poder para adquirir conocimientos de forma constante y traducirlos en respuestas a necesidades aún por satisfacer, tenemos las herramientas y recursos para conectar con más personas y empresas afines y sin duda alguna, tenemos las cualidades para hacer de esta revolución cultural del Siglo XXI marcada por la incorporación de la innovación tecnológica como anexo nuestro, de cómo resultado – al fin- una nueva forma de relacionarnos y comunicarnos.
¡Las oportunidades están ahí y hacer las cosas bien, hace tiempo que dejó de ser una opción, hoy los clientes (todos nosotros) compartimos, nos unimos y nos formamos en red a golpe de clic… el usuario online tiene los mandos, hay que hacer las cosas bien!
fuente: wwwwhat´snew.com
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