Para esta investigación antropológica se han realizado pruebas de radiocarbono. Nuevos estudios sitúan el paso de los neandertales por la península hispánica a hace unos 45 mil años.
MADRID, ESPAÑA (05/FEB/2013). Los últimos neandertales del sur de la península ibérica no coexistieron con los humanos modernos, según un nuevo estudio publicado en la revista PNAS, que contradice lo que hasta ahora venían sosteniendo los historiadores.
Esta es la principal conclusión de un trabajo realizado por un equipo internacional, en el que participaron investigadores de las instituciones españolas Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de la Universidad de La Laguna y el Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena (sur). También participaron en este estudio expertos de la Universidad de Oxford, la Universidad Nacional de Australia y el Museo Nacional de Historia Natural de París.
Para esta investigación se han realizado pruebas de radiocarbono que han permitido comprobar que los restos estudiados eran en algunos casos mucho más antiguos de lo que se creía hasta ahora, especialmente en los yacimientos de Jarama VI (Guadalajara) y Zafarraya (Málaga).
Estos dos lugares estaban considerados hasta ahora como una de las últimas 'moradas' de los neandertales en la península.
Sin embargo, según este artículo, el paso de los últimos neandertales por esa zona es más antiguo de lo que se pensaba y se remonta a hace unos 45 mil años y no 30 mil, como se creía hasta ahora.
Estos datos anulan la teoría imperante de que el "homo sapiens" y neandertales coexistieran en la península del Pleistoceno superior.
En los últimos veinte años, la comunidad científica aceptaba la teoría de que los últimos neandertales -Homo neanderthalensis- seguían allí en el momento en el que los humanos modernos -la especie Homo sapiens- se encontraban ocupando el norte de la península, una hipótesis que ahora se desmonta, según la UNED.
"No parece que estos últimos neandertales del centro y sur de Iberia llegaran a fechas tan recientes, hace en torno a 30 mil años, como suponíamos hasta estas nuevas dataciones", dijo Jesús F. Jordá, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED y uno de los autores del estudio.
Los científicos analizaron huesos de animales manipulados por el hombre -la manipulación por ejemplo para descarnar un hueso deja marcas en él-, explicó Jordá.
A la vista de estos nuevos datos, en opinión de Jordá "habría que revisar los libros de Prehistoria, sobre todo a medida que se vayan obteniendo nuevos resultados"
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