lunes, 16 de julio de 2012

¿Clase media?

Con más poder adquisitivo, pero todavía carentes de garantías sociales, los estratos medios aumentan en Latinoamérica y se espera que se consoliden gracias al crecimiento que se augura para la región.
Marta Garrido y Mara Landa
 

Existen varias definiciones de lo que comúnmente entendemos por clase media. La más acertada sea quizá la más simple: por encima de los pobres y por debajo de los ricos. El desarrollo económico que ha experimentado América Latina en la última década se ha traducido en una disminución de los niveles de pobreza y un aumento de los sectores medios de la sociedad, produciéndose un “aumento muy importante de los sectores medios de población”, según cuenta a Radio Nederland Martin Hopenhayn, director de la división de desarrollo social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

“Es obvio que estar en la mitad de la tabla de posiciones en materia de ingresos en Holanda, por ejemplo, es distinto que estar en la mitad de esta tabla en Bolivia o Perú. Y esto vale para cualquier comparación entre países, por lo que no existe una definición homogénea de clase media”, dice Pascual Albanese, especialista del instituto de Planeamiento Estratégico de Argentina. Pero si hacemos un retrato de una persona de clase media latinoamericana, Albanese explica que sería “un trabajador cualificado, con su propia vivienda, un auto y seguramente dos hijos que van a escuelas privadas, aunque no serán necesariamente las más caras”. Así, éste se consolida como un sector con educación pero, sobre todo, con dinero.
Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca que el 42% de la población de la región pertenece a sectores medios por sus ingresos. Sin embargo, aunque este grupo ha visto aumentada su calidad de vida y acceso a los bienes de consumo, no ha registrado cambios en materia de seguridad social, imprescindible para poder hablar propiamente de clase media.

Necesidad de servicios sociales
Christian Daude, economista del departamento para América Latina y el Caribe de la OCDE, explica que “lo que surgen son nuevas demandas por parte de esta población que deja de ser pobre y ahora tiene nuevas aspiraciones que requieren más educación y salud. Es decir, otro tipo de bienes y servicios, más allá de los de consumo, que en general debe proveer el Estado”. Precisamente la falta de un Estado de Bienestar en Latinoamérica hace vulnerable a este sector emergente. Desde la OCDE advierten que “cualquier impacto sobre el mercado de trabajo o la salud de estas personas puede devolverles a su situación de pobreza”.

El caso de Brasil
México, Chile, Perú y, recientemente Brasil, son los países que más han experimentado un aumento de su clase media. “Brasil es el caso más claro, donde hemos visto un crecimiento muy fuerte, por lo menos hasta el año pasado, sostenido en una demanda interna muy dinámica de una clase media que por primera vez tenía acceso al crédito, por primera vez se compraba una heladera, un primer auto, etcétera. Desde ese punto de vista, esta clase media puede ser motor de crecimiento pidiendo y demandando más bienes de consumo, y teniendo una capacidad de ahorro interesante también, que antes no existía para los hogares más pobres”, señala Daude.

Motor de cambio
 Y es que, históricamente la clase media ha jugado un papel importante en el desarrollo de una sociedad. Para un Estado o región es vital contar con un sector estable de población que produce y, a la vez, consume. Para Martin Hopenhayn, la clase media debe ser el pilar de la cohesión social y las reformas fiscales que América Latina necesita. “Es fundamental que sea el soporte central de pactos sociales que permitan la construcción de grandes consensos democráticos. Pactos sociales, en primer lugar, en torno a la fiscalidad, pues América Latina requiere reformas tributarias para que los parados tengan una fiscalía más robusta, para que eso permita de alguna manera elevar la inversión productiva”, explica Hopenhayn.
Desde la CEPAL insisten en que “la clase media es la bisagra entre los que tienen y no tienen y por eso es un actor fundamental para iniciar el salto productivo; es decir, para que la sociedad latinoamericana sea más competitiva, más diversificada en cuanto a esa estructura productiva, y no sean mera productora de materias primas”.
Además, un tercer cambio fundamental del que la clase media debiera ser actor es, según Hopenhayn, “la transición hacia una sociedad del conocimiento, con usos intensivos de las tecnologías de información y comunicación, que estarían en la base de la convivencia ampliada de la vida cotidiana y de la transmisión del saber”.
El crecimiento del 3.3% que está previsto para la región en 2012 debe venir acompañado de unas reformas estructurales y unos derechos sociales promovidos por esta clase media, para así terminar de consolidar a este sector y al desarrollo integral de la región.

http://www.rnw.nl/espanol/article/%C2%BFexiste-la-clase-media-en-am%C3%A9rica-latina

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