lunes, 7 de enero de 2013

Movilidad social en Colombia


Estudio del Departamento Nacional de Planeación (DNP) de Colombia sobre equidad y movilidad social cuyo objetivo es producir diez documentos en los que se propongan políticas de Estado dirigidas a disminuir la inequidad y a promover el mejoramiento de las condiciones de vida intergeneracionales.


El primer documento titulado Movilidad Social en Colombia hace un diagnóstico de los cambios en la calidad de vida de las personas a través del tiempo. Aunque el nivel de ingresos es la variable que se suele tomar para definir la trayectoria de las condiciones de vida de las personas en este tipo de estudios, éste analiza otras dos variables: los años de educación y la posesión de bienes (si tiene carro, una casa o un televisor). 
De esta manera, si la persona mejora en comparación a sus condiciones anteriores o alcanza mejores niveles de vida que los de su padre o madre, se considera que se movió hacia arriba en la escala social. Por el contrario, aquel que por ejemplo pierda su empleo por tiempo prolongado o tenga acceso a un nivel de educación menor que el de su padre o madre, se considera que se movió hacia abajo.
Este nuevo trabajo se presenta como un aporte de evidencia empírica para el estudio sobre la movilidad social en Colombia. Para reunir la información se rastreó lo que ocurría con la movilidad intergeneracional en tres países: Colombia, México y Chile. Para el primer caso, se utilizó la encuesta de movilidad 2010 realizada de manera conjunta por el DANE y el DNP. En la encuesta se le pregunta a los padres de familia por sus condiciones de vida actuales y además se incluyen unas preguntas retrospectivas que permiten conocer su situación pasada y la de su familia.
Los resultados del estudio concluyen, de manera comparativa, que la movilidad en Colombia es baja, mostrando algunos casos en los que hay gente que sube en la escala social y otros pocos en los que algunas personas ni mejoraron ni empeoraron porque se quedaron “igual”. Sin embargo, no se presta mucha atención a las personas que se movieron hacia abajo. Es decir, casi nada se dice sobre aquellos que hoy están peor que ayer. 
Entre los casos que puede estar dejando de lado se encuentran, por ejemplo, el de los desplazados por la violencia en el país o el de las personas que pierden su empleo y no se pueden recuperar. 
El hecho de no tener en cuenta a estas personas hace que el diagnóstico de la movilidad social en el país se presente en un tono más amable. Aunque no hay mucha movilidad hacia arriba, se puede creer que no estamos tan mal porque se olvida lo que ocurre con las personas que se movieron hacia abajo.
Lo anterior se hace evidente cuando se miran las variables con las cuales se mide el cambio en las condiciones de vida de las personas. El estudio, por ejemplo, promueve que la educación aumenta –casi de inmediato- las posibilidades de moverse hacia arriba en la escala social. De esta manera, muestra que tanto para Colombia como para México y Chile, hay gente que al tener acceso a mayores niveles de formación profesional logran mejorar su calidad de vida. Aunque esto puede ser cierto, la relación entre la educación y la movilidad social hacia arriba no es segura. El estudio, al no detenerse en aquellas personas que se mueven hacia abajo, ignora los casos de profesionales que no encuentran empleo y que en consecuencia la educación no les aseguró un mejor presente. 


Fuente: http://debatesobrepobrezas.uniandes.edu.co/Historial_Expertos/153_expertos_movilidadsocial_03052012.asp?id=153

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